LA FELICIDAD QUE VIENE

MANUEL PÉREZ TENDERO

Desde siempre y en todas las culturas, el ser humano ha buscado la felicidad. Como dijera Aristóteles, en esto estamos todos de acuerdo, en buscar la felicidad; las diferencias entre las propuestas filosóficas y religiosas están en el medio que nos ofrecen para conseguirla.

En Cuaresma y en Adviento –los dos tiempos fuertes del Año litúrgico para preparar las celebraciones de Pascua y Navidad–, la Iglesia nos propone un domingo dedicado a la felicidad, a la alegría: Gaudete y Laetare, «gozaos» y «alegraos». ¿Es la liturgia cristiana, la celebración de los misterios de nuestra fe, una fuente de alegría para los creyentes? ¿Nos ofrece la Escritura caminos ciertos para alcanzar la felicidad?

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