Continuamos en la sección de san Lucas titulada por los expertos como «el inciso menor». Hoy analizaremos dos pasajes que solo recoge Lucas, ambos impregnados de la misericordia (rasgo muy característico de este evangelio): la resurrección del hijo de una viuda en Naín y la lección que da Jesús a Simón, un fariseo que le invita a comer a su casa, a partir de la entrada de una mujer pecadora, que unge los pies de Jesús con sus lágrimas.