EL AMOR ES TRINO

Icono de la Filoxenia (hospitalidad de Abraham y Sara en Mambré a los tres ángeles que representan la Trinidad)

«Dios es amor»: esta frase está tomada de un texto del Nuevo Testamento, la carta primera de san Juan; pero muchos otros textos, tanto del Nuevo como del Antiguo Testamento, dicen algo parecido o lo suponen en sus afirmaciones. El Dios bíblico es un Dios que ama.

También otras religiones y no pocas reflexiones de los filósofos, antiguos y modernos, apuntan en la misma dirección. El amor sería la esencia de lo humano y de lo divino, la clave de las relaciones entre los hombres y de las relaciones que establece la religión.

El pecado, por el contrario, sería la negación del amor: el odio, la indiferencia, la ceguera frente a las necesidades de los demás. El egoísmo sería lo contrario a todo lo verdaderamente humano y lo genuinamente religioso.

Desde aquí, podemos hacer ya una sencilla reflexión: es indudable que nuestra sociedad occidental es menos religiosa; por otro lado, creo que también es indudable que nuestra sociedad es más egoísta, más individualista, está cargada de soledad como nunca. ¿No estarán relacionadas ambas constataciones? Si Dios es amor –la fuente misma del amor según algunos–, ¿no estará relacionada la falta de amor entre nosotros, el egoísmo, con la falta de acceso a la fuente, la indiferencia religiosa?

Sucede en el ámbito humano: cuando un niño no es querido en su ambiente familiar, es muy difícil que aprenda a amar y que tenga relaciones maduras con los demás. ¿Se podría ampliar esta perspectiva hacia la figura de Dios como Padre? Al menos, en sentido positivo: cuando alguien se sabe hijo amado de Dios, ¿no le resultará más fácil sentir autoestima y aprender a amar a los demás?

Otra reflexión: si Dios es amor y el amor es la esencia de lo humano, ¿no será porque, como dicen los primeros capítulos del Génesis, hemos sido creados «a imagen y semejanza» de Dios?

La tentación de toda falsa religión –como denuncia Feuerbach– es construir un dios a nuestra imagen y semejanza. Pero los textos bíblicos dicen lo contrario: nosotros hemos sido creados a imagen y semejanza del Creador. «Somos estirpe suya» se atrevió a afirmar san Pablo en el Areópago de Atenas, citando a los propios poetas griegos.

Una tercera reflexión: si la esencia de Dios es el amor y el hombre ha sido creado para amar, ¿cómo es posible que exista tanto desamor en este mundo? ¿Por qué el hombre se resiste a ser él mismo? ¿Y por qué Dios lo permite?

Si el amor es la búsqueda del bien en la persona amada, ¿es posible que los planes de Dios para el hombre acaben con la muerte? ¿Debe el ser humano resignarse a perder a la persona amada para siempre? ¿No es la resurrección un postulado del amor?

Se me ocurre, aún, una cuarta reflexión: si Dios es amor, ¿cuál es el sujeto al que Dios debe amar para vivir su verdad? Antes de la creación, nada existía fuera de Dios: ¿cómo puede ser Dios amor eterno sin nadie a quien amar?

El amor no es una idea, ni un sentimiento, sino una relación: es imposible, por tanto, en la soledad absoluta.

Si Dios es amor, ¿necesita al hombre para realizarse a sí mismo? ¿Necesita, al menos, a los seres celestes, una corte que lo alabe y a quien él pueda amar? ¿Podríamos llamar Dios a alguien que necesita a otros seres, sean humanos o angelicales?

Para resolver este problema, algunos filósofos piensan que Dios, aunque puede amar, no es amor en sí mismo. El amor es algo sobrevenido, que comienza con la creación. El amor, en el fondo, sería una debilidad, y Dios no puede tener debilidades, no puede depender de otro ser.

Creo que la doctrina cristiana de la Trinidad resuelve este problema: Dios es único, pero es amor eterno entre tres personas. El Padre necesita al Hijo: por eso el Hijo es Dios; lo mismo sucede con el Espíritu.

Si Dios es único y amor eterno, solo desde la Trinidad revelada por Jesús podemos atisbar el misterio de Dios que nos desborda.

MANUEL PÉREZ TENDERO

Una respuesta a “EL AMOR ES TRINO

  1. María Angustias Romero Spínola 12 de junio de 2022 / 8:35 pm

    ¿El Dios del A. T. era único y absoluto?
    ¿ Tuvo que venir Jesús para revelarnos a un Dios Trinidad?
    Él fue quien comenzó a hablar del Padre y escandalizaba a los judíos, porque decía ser hijo de Dios.
    Por eso en el Evangelio de hoy decía Jesús que aún les quedaba mucho por saber, porque no podían cargar con todo.
    ¿Es a partir de Pentecostés, cuando comienza el Espíritu Santo a revelarnos todo lo que sabemos hasta hoy? Y aún sigue, pues también les dijo Jesús que el Estado. Se. nos irá diciendo lo que está por venir.
    Es maravilloso descubrir que es Dios con nosotros, precisamente porque nos podemos relacionar y comunicar a través del amor, al igual que entre las Tres Personas de la Trinidad.
    No sé si esta reflexión es acertada, padre Manuel.
    Bendiciones

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s