Las semanas pasan, el tiempo avanza rápido, pero nos deja siempre posos de sabiduría gracias al encuentro con muchas personas que la vida nos regala.
El tiempo que pasa en valde, sin presencias, suele dejarnos una sensación de vacío y tristeza; en cambio, cuando hemos tenido encuentros que nos enriquecen, el paso del tiempo nos deja una sensación profunda de alegría.
Ha pasado una semana más y, como todos, he tenido la suerte de vivir presencias enriquecedoras; me gustaría subrayar dos de ellas.
A comienzos de semana pude compartir reflexión y oración con un grupo formado por personas de todos los continentes: religiosas y laicos casados que venían a formarse para extender todo lo recibido en sus propios ambientes. Los colores eran muy diversos, y también los idiomas; los problemas que compartíamos como cristianos, en cambio, eran muy similares. También se parecían las ilusiones y la sinceridad con la que se buscaba la palabra del Maestro, el enriquecimiento de la fe.
Es muy reconfortante compartir con personas tan diferentes una misma fe y un mismo horizonte. Me llamó la atención la camisa llena de colores de un joven de Burkina Faso. No hacía mucho calor para la manga corta que llevaba; pero era aún más llamativo el conjunto de dibujos que resaltaban por delante y por detrás: la figura de san José con Jesús entre sus brazos. A los cristianos de África, me decían, les encanta llevar signos creyentes en sus ropas: no se avergüenzan de proclamar públicamente, siendo una minoría, su fe y su pertenencia.
La Iglesia es un pueblo muy grande, aunque con personas muy pequeñas, que se extiende por todos los rincones de la tierra. El misterio de los magos de Oriente estaba allí presente, en nuestra reunión: había colores diferentes, lenguas diversas, pero había adoración y búsqueda, escucha de las Escrituras y deseos de volver a casa llenos del misterio del Verbo.
A finales de semana, en cambio, pude conversar con un sacerdote español, muy anciano y limitado, pero lleno de vida. Me admiraba escuchar su alegría y sencillez; su mirada al pasado estaba llena de agradecimiento y humildad, sus perspectivas de futuro eran sensatas y llenas de esperanza. La sabiduría de los ancianos era un axioma común en la Biblia y en las antiguas culturas, pero no siempre es apreciada en nuestra sociedad del bienestar.
No es infrecuente encontrar personas mayores, también en la Iglesia, llenas de resentimiento y faltas de esperanza; la queja y el escepticismo suelen ser el tono con el que hablan. Pero existen también muchas personas llenas de alegría, a quienes el tiempo y las heridas no les han impedido crecer y mirar el mundo con una sonrisa en el alma. ¡Cuánto se aprende de estas personas! ¡Cuánto se enriquece uno mismo cuando escucha, despacio, sus palabras serenas!
No sé cuál de las dos experiencias me ha llenado más de esperanza: la universalidad y la hondura, la juventud y la ancianidad, lo lejano y lo cercano. Con una misma fuente: la fe; con una misma mirada: un futuro luminoso.
El mundo no va bien, la Iglesia tiene retos y problemas muy serios; pero existen muchos motivos de esperanza: se trata solo de saber mirar, de atreverse a escuchar. Una vez más, he podido comprobar que el futuro no vendrá de arriba, de lo que nos muestran los poderosos: el futuro se engendra en personas sencillas con vidas en apariencia intrascendentes. Este fue el misterio de Belén, este es el misterio del hombre en toda su historia.
También nosotros, hasta en nuestra forma de vestir y de hablar, podremos ser esperanza para los demás si tenemos el atrevimiento de manifestar con sencillez el misterio de la fe que nos ha sido regalada.
Manuel Pérez Tendero
Qué bien que compartas estás vivencias, así somos muchos los que las podemos disfrutar como si las viviéramos también. Nuestra fe es sencilla, humilde, pero al mismo tiempo ,grande y universal. Muchísimas gracias.
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¡Alabado sea Jesucristo!
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Hola, padre Manuel, buenas noches, desde México, estoy en espera de su respuesta, para estar presente en el retiro del próximo domingo, 22 de enero, por favor dígame como puedo depositar los 20 euros de ofrenda para participar en el retiro… Espero atenta su respuesta. Elena Torres Ruiz
Obtener Outlook para Androidhttps://aka.ms/AAb9ysg ________________________________
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Hola Elena. No es necesario que des nada ya que no puedes venir al encuentro puesto que, por lo que veo, vives en México.
Tranquila, todas las intervenciones del retiro se grabarán y subirán semanas más tarde a YouTube y podrás verlas sin problema.
Gracias por tu interés.
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Gracias, estaré pendiente de los videos,…. Dios le siga colmando de bendiciones ????
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